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Mucho es lo que la sociedad de hoy en día nos pide a los adultos. Tenemos que ser emprendedores, resolutivos, creativos, colaboradores, eficaces, tecnológicos… Pero más aún es lo que la sociedad nos pide a los profesores: Que transmitamos todas estas capacidades y, muchas más, a nuestros niños, para que salgan bien preparados a una sociedad que cada vez es más exigente. ¿El método a utilizar? Eso ya corre de nuestra cuenta…

Llevo dos cursos escolares enseñando robótica en Primaria, y estoy viendo un cambio radical en la manera de aprender de mis alumnos. Gracias a la robótica siento que su aprendizaje comienza a responder cada vez más a las demandas de nuestra sociedad.

Aprenden a ser resolutivos

En robótica se les plantean problemas reales que tienen que resolver. Pueden ser básicos (que el robot llegue al lugar donde se sitúa un objeto y lo recoja) o más complejos (diseñar un expositor para un supermercado que gire constantemente para mostrar sus productos a los clientes). De su solución dependerá que el problema quede o no resuelto, por lo que ellos mismos evaluarán su propio trabajo de manera objetiva, como sucede en la vida real, y tendrán oportunidad de modificarlo hasta conseguir su objetivo.

Aprenden mecánica, matemáticas y física de una manera práctica

Deben pensar cómo y dónde colocar poleas, engranajes… para conseguir el movimiento necesario. Cada vez son más frecuentes comentarios como “Señor, en el aparcamiento hay un sensor como el que tiene el “robot cocodrilo” de clase para que la barra no aplaste el coche”, o “el nuevo coche de mi padre tiene un sensor como el del robot EV3 y así nunca se choca al aparcar”, o incluso “nuestro robot ha recorrido más distancia que el del otro grupo en el mismo tiempo, porque habíamos programado los motores a una potencia mayor, verdad?” Comprobado está que les hace entender (no memorizar) leyes físicas, además de ser más observadores con todo lo que les rodea, puesto que comprenden lo que sucede a su alrededor, porque lo han experimentado en sus clases.

Programan

Sabiendo el objetivo final, lo descomponen en pequeñas tareas para lograrlo. De esta manera se desarrolla su lógica y pensamiento matemático. “Señor, si quiero que el robot coja ese objeto tendrá que andar 20 cm, girar a la derecha un ángulo de…”

Colaboran

Se dan cuenta de que lo que cada uno hace es mucho más cuando se une a lo conseguido por los demás. No compiten, colaboran por lograr una meta conjunta. Al trabajar por roles: Programador, constructor… ven que todos son indispensables.

Gracias a mi experiencia como profesora de robótica, estoy convencida de que con la enseñanza de esta asignatura en Primaria, se prepara a los niños para muchos de los desafíos que se encontrarán en la sociedad actual, así como desarrollan capacidades que les serán útiles durante toda su vida.

Gema Fernández

Gema Fernández imparte la asignatura de Nuevas Tecnologías y Recursos Digitales en Inglés, en el Colegio Mater Salvatoris de Madrid. Le gusta la innovación educativa, y cree firmemente que el aprendizaje basado en proyectos, la robótica y la metodología STEM son el futuro de la educación. Le encanta enseñar de esta manera y ver cómo sus alumnos disfrutan en clase a la vez que aprenden y desarrollan todas sus capacidades.