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Calendarizar el tiempo eficazmente

La realidad es que, en su mayor parte, nunca podré satisfacer todas las necesidades en un día, una semana o un año. Debido a esto, lo primero que tengo que hacer es manejar lo que pueda y delegar el resto. La semana pasada, pasé el tiempo organizando el volumen de trabajo administrativo que incluye: facturaciones, justificaciones de compra y documentos de recursos humanos, entre otros. Lo hice para completarlo lo más rápido posible y esté al día. Yo podría haber dado fácilmente la tarea a otra persona y pasar este tiempo en el aula. Esto requiere un poco de organización, planificación y negociación. Pero vale la pena por el tiempo libre que proporciona. En realidad no hay tal cosa como tiempo libre porque, a menos que esté planificado, algo siempre lo llenará. La naturaleza aborrece el vacío.

Así que el primer paso es calendarizar. He aprendido que si no separo el tiempo para poner lo que tengo que hacer en el calendario, dejaré las cosas importantes para más tarde y solo me encargaré de los temas más urgentes, sin importar cuán importantes sean. Con mucha molestia, miré mi calendario semanal el viernes y me di cuenta de que estaba en blanco. No había planeado la semana. Comprendí perfectamente por qué había hecho solo unos cuantas tareas en el salón de clases y no cumplía con mi objetivo de observar cada día la clase de cada maestro. 

Visitas al salón de clases

Me parece que cuando hago el esfuerzo de separar el tiempo para las visitas a los salones de clases puedo decirle a las demandas urgentes que pueden esperar. Al menos hasta que haya terminado con mis visitas a los salones de clases. Además, descubrí que si comparto mi plan con mi asistente administrativo, ella puede mantenerme informado de muchas de las demandas urgentes y a veces hasta resolverlas por mí.

Cuando compartimos nuestros objetivos con los demás, pueden ayudarnos a alcanzarlos. He encontrado que es útil dejar saber a los educadores, mi objetivo de la observación para visitar su aula cada día y poder facilitarle los recursos para satisfacer sus necesidades. Si sé que un maestro me espera en su clases ese día, es más probable que yo haga todo lo posible para estar allí. Después de todo, no quiero dejar al maestro esperando o mostrar falta de profesionalismo o mala planificación.

La estrategia final que me ayuda a estar en la sala de clases más a menudo, es establecer una rutina. Esto me ayuda porque no tengo que pensar en un hábito. Es fácil planificar, y los maestros y estudiantes saben que no estaré en mi oficina, así que no me buscan en esos momentos. Tal vez el mayor beneficio que veo es el cambio visto en la perspectiva de los maestros y coaches.  

Administrador como aliado

Las visitas a la sala de clases poco frecuentes tienden a promover una perspectiva negativa del maestro, de la evaluación y a buscar errores. Las visitas a la sala de clases y retroalimentación son una herramienta útil. Permite a los maestros a ver al administrador como un colega, un aliado y un instructor de mejoramiento educativo. 

Evitar el tirón magnético provocado por el black hole de la oficina es una batalla constante para cada administrador. Cuando he podido tomar el tiempo para establecer las visitas a la sala de clases como una prioridad, es cuando he delegado tareas extrañas que otros pueden hacer efectivamente, y cuando he dejado deliberadamente los espacios de tiempo para las visitas, también he sido capaz de avanzar en la mejoría de las prácticas en la planificación, instrucción y evaluación del maestro, Establecer la responsabilidad de la instrucción, establecer estándares de profesionalidad de los maestros y, en última instancia, he tenido impacto significativos en el aprovechamiento académico de los estudiantes. 

Si cada administrador entiende completamente la importancia de estos tres pasos, le aseguro que verá cambios significativos en el clima de la escuela. Estoy consciente que no es fácil hacerlo. Pero observará una mejora en el compromiso de la facultad y en el funcionamiento del estudiante. Sobre todo, muchas de las ediciones que lo tiran de nuevo a la oficina Black hole desaparecerán de su propio acuerdo.

José Hernández

José L. Hernández Fernández es un Diseñador Instruccional y Coordinador de Proyectos experimentado con una sólida formación en el diseño y gestión de contenidos de cursos, materiales de aprendizaje electrónico y sesiones de formación para docentes. Actualmente es Consultor Educativo para la compañía Forward Learning, coordinando servicios de desarrollo profesional para el sector de la educación privada de Puerto Rico. El Sr. Hernández es graduado del programa de bachillerato en Física Aplicada a la Electrónica de la Universidad de Puerto Rico - Humacao y del programa de maestría en línea en Computación Educativa de la Universidad de Interamericana - Metro. En adición tiene las siguientes certificaciones: Apple Profesional Learning, Microsoft Certified Educator, STEM, Social Emocional Learning, Microsoft Office Specilialist, IC3, entre otras. El Sr. Hernández está casado y tiene un hijo de 6 años el cuál es su inspiración de vida.