En la actualidad los niños y jóvenes pasan la mayoría de su tiempo en ambientes cerrados como lo son sus casas, rodeados de mucha tecnología y estímulos que los mantienen en estado de poca actividad física. Esto se repite en los centros de aprendizaje donde pasan largas horas en un salón de clases. El docente puede cambiar esta realidad, integrando las tres etapas de la planificación de viajes de campos educativos y diversos ambientes de aprendizaje fuera del aula. El simple hecho de cambiar el escenario de clase provee una sensación de innovación y genera interés entre los alumnos. ¿A quién no le gusta salir?
Los viajes de campo son una herramienta poderosa para el docente. Las oportunidades educativas que ofrecen los viajes de campo son indiscutiblemente positivas para el aprendizaje del alumno. Según Richard Louv, periodista y autor del libro Last Child in the Woods: Saving Our Children From Nature-Deficit Disorder, los niños expuestos a la naturaleza muestran mejoras intelectuales, espirituales y físicas en comparación a los niños que se mantienen encerrados (Louv, 2006).
Los docentes han utilizado esta estrategia por muchos años pero en ocasiones no obtienen los resultados esperados debido a un desconocimiento de las tres etapas de la planificación efectiva para viajes escolares. Este artículo presenta algunos puntos importantes a la hora de planificar un viaje de campo educativo. Para que sea exitoso se debe entender que el mismo comprende tres etapas en las cuales el alumno y el docente tienen que trabajar.
Etapas de la Planificación
Antes del viaje
- Seleccionar los conceptos del currículo que se van cubrir.
- Definir los objetivos.
- Buscar información referente al área a visitar (si es posible, realizar una visita de reconocimiento para efectuar el itinerario del trabajo y delinear actividades).
- Efectuar los trámites administrativos en la escuela.
- Dar a conocer al recurso (del lugar a visitar) el objetivo y el enfoque que se desea trabajar con los alumnos.
- Establecer una agenda de trabajo (comienza en la escuela) y la distribución de las tareas por grupo de alumnos.
- Crear preguntas guías y actividades.
- Fijar las normas de disciplina y dialogar acerca del propósito de la actividad con sus alumnos.
- Considerar la condición de salud de los alumnos y necesidades especiales.
- Verificar si algún miembro o acompañante posee conocimientos y equipo de primeros auxilios
- Definir los equipos y materiales a utilizar.
Durante
- Utilizar el tiempo de viaje para actividades educativas.
- Aprovechar el entorno para crear dinámicas.
- Organizar a los alumnos en equipos de trabajo en función de las actividades a realizar.
- Realizar recorridos con guía (visita guiada, opcional).
- Desarrollar entrevistas o encuestas a personas locales, historiadores, cronistas, autoridades, entre otros.
- Producir grabaciones, tomar fotografías, crear planos, realizar dibujos, trazar figuras y bocetos.
- Recolectar datos para actividades después del viaje (según las actividades estipuladas).
Después
- Crear un diario reflexivo.
- Realizar con los alumnos una discusión dirigida acerca de los aspectos más relevantes desarrollados durante el trabajo: revivir la experiencia, evocar momentos y conocimientos.
- Crear actividades de avalúo (assessment) para demostrar el conocimiento adquirido.
Esperamos que con estos consejos puedan implementar con éxito las salidas de los alumnos con propósito educativo. Solo falta que te atrevas a comenzar la aventura.