Mañana se celebra el día de la libreta. No es broma. En el 2016 se celebró por primera vez este día con el propósito de resaltar la importancia de los diarios personales. Me acuerdo que en la escuela superior se nos exigió tener uno para la clase de español. Era para escribir nuestros sueños y deseos como también los desafíos de la vida. Bueno, ya estamos en el siglo 21 y nuestras libretas han evolucionado. Hay varias herramientas en línea dedicadas a crear diarios digitales. Hoy me voy a concentrar en una libreta digital que utilizo con frecuencia: OneNote.
El usar OneNote exclusivamente como un diario sería un desperdicio. Siempre he dicho que es la mejor herramienta de Microsoft. Y es que OneNote le permite hacer tantas cosas que llamarle una libreta digital no le hace justicia. En ella se puede escribir texto, insertar imágenes, vídeos, archivos de audio, y hasta dibujos hecho a mano alzada. Todo dentro de la misma plataforma.
OneNote se integra a todas las herramientas de Office 365. El usuario puede insertar cualquier archivo creado en Microsoft en la libreta. ¿Tiene una presentación PowerPoint? Puede insertarla y luego escribirle y hacer anotaciones encima de la diapositiva. ¿Qué tal una hoja de cálculos en Excel? También la puede insertar. Lo mejor es que los archivos adjuntos se guardan en la misma hoja. Ya no tiene que tener miedo a perder el archivo. Siempre estará ahí.
El fuerte de OneNote es que existe una aplicación para toda plataforma y dispositivo. Esto permite tener tu libreta a tu disposición en todo momento. ¿Tiene un teléfono inteligente? Puede tomar fotos y hacer apunte a su libreta directamente. ¿Tiene una tableta? Puede dibujar con un stylus o tu dedo sobre una página en blanco. ¿Tienes una laptop o desktop? Puedes aprovechar utilizar una mayor cantidad de herramientas para tomar tus notas. Y lo mejor de todo, cada uno de los cambios se reflejan en tu libreta.
El siglo 21 ha llegado, ya es hora de actualizar tu libreta. Descarga OneNote y comienza a tomar notas como todo un profesional del siglo 21.