¿Cómo puedo lidiar con los tropiezos diarios? Nos levantamos a trabajar con mucho entusiasmo, motivación y energía, pero existen tropiezos que según pasa el día nos consumen las energías positivas y poco a poco las convertimos en negativas. Tenemos tantas situaciones, algunas complicadas y otras insignificantes, que no sabemos cómo afrontar y resolver. A continuación, comparto mis consejos ante este tipo de situaciones y abro el espacio para que también compartas tus frustraciones con nosotros.
Tenemos compromisos familiares, de salud y personales. Planificamos salir a una hora en particular, pero de repente nos dicen que tenemos una reunión que amerita nuestra presencia, que no podemos faltar. Tenemos visita de padres, maestros, o una situación de última hora. Entonces, nuestro cuerpo no responde positivo, sino que crea una tensión que desde el momento que no los dicen, bloqueamos la mente, corazón y el cuerpo.
Aún es temprano y no sabemos cómo canalizar la situación. No queremos quedar mal en el trabajo, ni con nuestros compromisos externos, y ahí es cuando la maravillosa clase que preparamos se descontrola, se desorienta y pierde la estructura. Transmitimos inseguridad, desánimo y solo pensamos cómo hacemos para cumplir con todo. Solo tenemos en mente la hora de salida y todo nuestro sistema se vuelve un caos.
¿Qué hacemos? ¿Cómo podemos solucionar estas situaciones sin que nadie se vea afectado? Pongamos todo en una balanza y seamos honestos con las personas que tenemos a nuestro alrededor. Busquemos alternativas para dialogar y encontrar soluciones.
Consejos para enfrentar tus situaciones del día a día
No permitas que un tropiezo por una piedra dañe un instante de tu tiempo diario. Disfruta cada momento desde que te levantas y transmite una sonrisa, amor y energía positiva a todos los que te rodean. Comunícate y planifica cómo resolver las situaciones de manera que podamos lograr que nadie se vea afectado. No trates de resolver las cosas a la prisa: piensa, reflexiona y conserva la calma. Toma una decisión justa y valiente.
Los maestros somos humanos, pero somos un ejemplo para nuestros estudiantes. Valora tu profesión y aunque nadie lo vea, que seas tú el que vea el reflejo de un maestro único, auténtico, innovador y que todos recuerden por siempre. Los tropiezos de tu vida son las nuevas huellas que te llevarás siempre a donde quiera que vayas. Un maestro sin tropiezos es un maestro sin experiencias.
¡No te detengas, maestro! ¡Eres un modelo de vida! Cuando se fluye, el cuerpo va hacia la dirección que el viento te lleve, sin dolores, sin angustias, sin limitaciones, sin ansiedades, sin preocupaciones, sin tormentos. Un solo cuerpo, un solo peso. Utiliza la respiración en el proceso de resolver situaciones y demuestra control de todas las partes de tu cuerpo.
¡Fluye y déjate llevar! Comparte con nosotros cómo manejas los tropiezos del diario vivir, no estás solo/a.