Las nuevas tendencias educativas han generado cambios en todos los aspectos, y como consecuencia a estos cambios, encontramos diversos estilos de aprendizaje. Daniel Goleman, propulsor del desarrollo de la inteligencia emocional, cree que la sociedad se ha enfatizado demasiado en el cociente intelectual de los estudiantes y ha descuidado las características emocionales tales como la empatía, la responsabilidad, la persistencia, el control de los impulsos, entre otras.
Evidentemente, reconocemos el esfuerzo que muchos centros educativos realizan para desarrollar y enseñar estas cualidades en la comunidad escolar sin embargo nos preguntamos: ¿Estaremos desarrollando hábitos emocionales en nuestros estudiantes dentro de la sala de clases?
Nuestro rol como educadores y líderes del siglo XXI es fomentar entre nuestros estudiantes el comprender sus emociones y las de sus pares. Los estudiantes que aprenden a enfrentar y aceptar sus errores como parte del proceso natural de aprendizaje, podrán manejar sus frustraciones de forma positiva.
Dado a que nuestros estudiantes necesitan entrenamiento emocional para crecer y convertirse en adultos productivos y competentes para la sociedad, necesitamos que los líderes educativos del siglo XXI estén dispuestos y preparados para desarrollar una cultura de aprendizaje emocional en las escuelas.
Desarrollando conceptos de inteligencia emocional en la sala de clases expondríamos a nuestros estudiantes a:
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conocer sus propias emociones
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aprender a manejar las emociones
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auto-motivarse
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reconocer las emociones de los demás
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establecer relaciones saludables
Una vez los estudiantes sean expuestos al desarrollo de conceptos relacionados a la inteligencia emocional, podremos identificar las siguientes características en la sala de clases:
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estudiantes que tienen conocimientos de sus propias emociones
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cultura por preocuparnos por los demás
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disminución en las acciones negativas entre ellos
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ambiente óptimo para el aprendizaje generando emociones positivas
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ambiente de sana competencia
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automotivación
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desarrollar una mayor competencia emocional
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visión de la vida y el futuro de otra perspectiva
Históricamente hemos enfrentado grandes retos en nuestra función como líderes educativos adaptándonos a diversos entornos académicos para atender las futuras generaciones. Por tal razón, no debemos olvidar lo esencial que es el desarrollo de ambientes educativos donde se fomente una cultura de inteligencia emocional.
Nos encantaría saber si trabajas con la inteligencia emocional en tus clases y cómo te va en el proceso. ¡Comparte tu experiencia con nosotros! Keep moving forward!