Es muy probable que cuando escuchas el término “inteligencia artificial” a tu mente lleguen imágenes de películas de ciencia ficción en la que los robots y las máquinas son capaces de pensar como los seres humanos para lograr su propósito o simplemente “controlar el mundo.” Esta percepción de inteligencia artificial (IA) que la mayoría tenemos como referencia o primer punto de partida es la que quizá nos ha llevado a pensar en el término de una manera futurística y hasta “difícil” de comprender.
Estamos rodeados de inteligencia artificial
La realidad es que diariamente interactuamos con inteligencia artificial de manera casi transparente:
- Cuando accedes a tus redes sociales y automáticamente el feed se personaliza tomando en cuenta las últimas actividades que has llevado a cabo.
- Cuando tu aspiradora moderna, la que compraste en el Black Friday, navega por cada rincón de la casa para dejarla limpia.
- Cuando le preguntas a tu asistente virtual Siri o Alexa las condiciones del tiempo.
- Cuando vas de camino a la escuela o al trabajo y tu dispositivo móvil te ofrece información del tráfico en tiempo real; sabes qué carreteras evitar y cuáles son las mejores rutas.
En todos estos ejemplos se utiliza el aprendizaje automático (machine learning), el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora y muchos otros conceptos relacionados con inteligencia artificial. Pero ¿qué realmente es la inteligencia artificial?
Inteligencia Artificial
De forma sencilla, la inteligencia artificial es cuando las computadoras son capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana como: razonar, hacer predicciones, tomar decisiones, percibir el mundo, dar sentido y aprender de la experiencia. Grupos de expertos en el tema aún no han llegado a un consenso sobre una definición única. Esto, debido en parte a que el término hace referencia explícita a la noción de “inteligencia”, que por sí misma es difícil de definir.
Por décadas, la inteligencia artificial ha formado parte casi exclusiva de áreas como las ciencias en computadoras o la programación. Sin embargo, antes mencionado, hoy día la IA impacta de manera directa nuestras actividades diarias. Según explica Rachelle Dené Poth para Getting Smart, los usos de la IA son cada vez más y diferentes informes indican que se seguirá ampliando de manera más profunda en industrias como la agricultura, la salud, las finanzas, la aviación, la seguridad, entre otras (#AskAboutAI). En Puerto Rico existen varias iniciativas, proyectos y servicios que integran la IA. Recientemente, en el evento Forward Research & Innovation Summit se presentaron ejemplos sobre cómo se está integrando la IA, incluyendo investigaciones científicas relacionadas con la protección y conservación del medio ambiente.
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Inteligencia Artificial, ¿en la Educación?
La inteligencia artificial ya no es el futuro y su permeabilidad en la educación no es la excepción. Los estudiantes de hoy forman parte de la generación que ha crecido y está creciendo rodeada de inteligencia artificial. Se espera que tan pronto como para el 2025 la IA asuma más de la mitad de todas las tareas laborales actuales y que los empleados en todas las industrias interactúen o trabajen con máquinas inteligentes para ser más eficientes y productivos. Informes como The Future of Jobs, realizado por el Foro Económico mundial, muestran que los especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático serán los principales roles de trabajo.
Todos estos cambios que están ocurriendo nos llevan a preguntarnos si los estudiantes de hoy están listos para enfrentar la era de IA y qué podemos hacer para ayudarlos a desarrollar las competencias que se requieren. La mayoría de lo que los estudiantes aprenden sobre IA lo hacen a través de contenido en YouTube, las redes sociales o al ver alguna película en la que se presentan robots autónomos o máquinas que hacen predicciones. Por otro lado, si bien es cierto que muchas instituciones educativas en los últimos años han comenzado a integrar el tema, también es cierto que en la mayoría de los casos lo han relegado exclusivamente al área de Ciencias en Computadoras o a cursos especializados.
Ubicando a los estudiantes en el asiento del conductor
Resulta esencial reflexionar sobre cómo podemos ubicar al estudiante en el “asiento del conductor” y qué estrategias, técnicas y acercamientos se pueden integrar en la sala de clases, sin importar la materia, para lograrlo.
Los estudiantes de hoy pueden comenzar a visualizarse como los “productores” de IA, reconociendo personalmente que es un plan algo ambicioso, e imaginar los beneficios y el potencial de esta tecnología. De igual forma, es crucial que los docentes les ayuden a comprender los retos y desafíos que el uso de esta tecnología implica. Esto, debido a que la adopción de IA también afecta cómo encontramos y utilizamos información creíble y relevante en los medios, tomamos decisiones sobre diferentes aspectos de nuestra vida personal, como la salud, la vivienda, incluso, las finanzas.
Empoderar a los estudiantes para esta nueva era es un proceso que requiere colaboración de todas las partes interesadas: docentes, administrativos, líderes educativos y otros.