Evaluación del aprendizaje en la era de la inteligencia artificial: adopción de una mentalidad innovadora
La urgencia de redefinir el proceso de evaluación en la educación no es un tema nuevo. Desde hace muchos años se ha estado debatiendo sobre la necesidad de que las instituciones educativas desarrollen estrategias que permitan a los estudiantes demostrar “lo que pueden hacer con lo que saben.” La evaluación alternativa, conocida en inglés como alternative assessment, y la evaluación basada en competencias son dos enfoques ampliamente discutidos que enfatizan el papel activo de los estudiantes en la construcción de conocimiento. Estos enfoques, como una respuesta, abogan por que los docentes diseñen materiales y actividades auténticas, así como dinámicas de evaluación continuas.
Aumento en el uso de la inteligencia artificial generativa
Este último año ha despuntado una preocupación entre los educadores: el dramático aumento en el uso de la inteligencia artificial por parte de los estudiantes para completar sus tareas, especialmente aquellas que implican la redacción de textos. Un asunto que sabemos era de esperarse. Muchos de los comentarios que leo en las redes sociales y otros que escucho en espacios profesionales, me han llevado a reflexionar sobre varios puntos. Primero, el hecho de que los estudiantes estén utilizando estas tecnologías sin una orientación adecuada sobre su uso correcto. Segundo, cómo se está evaluando el aprendizaje y el progreso de los estudiantes. Algunos cuestionamientos que llegan a mi mente son los siguientes:
- ¿Qué están haciendo los educadores para promover el pensamiento crítico de los estudiantes en la era de la inteligencia artificial?
- ¿Qué se espera que haga el estudiante en sus tareas? ¿Se le solicita simplemente la reproducción de información?
- ¿Qué oportunidades tienen los estudiantes para integrar sus experiencias y desarrollar habilidades fundamentales?
Ante el panorama de la inteligencia artificial generativa, ¿qué soluciones tememos? ¿Qué pueden hacer los líderes educativos para abordar estos desafíos y aprovechar las oportunidades?
Lo primero: alfabetización en inteligencia artificial
La importancia de la formación es una de las lecciones más valiosas que hemos aprendido a lo largo de los años cuando se trata de integrar cualquier tecnología educativa. La llegada de la inteligencia artificial a las masas no es la excepción. Para entender los retos que plantea este nuevo contexto, resulta crucial comenzar a preparar a nuestros estudiantes. Los educadores, asimismo, deben hacer de la inteligencia artificial su aliada. Un estudio publicado por el Centro para la Democracia y la Tecnología, concluye que los productos de inteligencia artificial generativa forman cada vez más parte de la vida cotidiana de docentes y estudiantes. Permitir que tanto profesores como estudiantes exploren y entiendan de primera mano cómo funcionan estos sistemas, ayuda a desmitificar esta tecnología y reconocer sus capacidades, pero también sus limitaciones.
Puedes consultar publicaciones anteriores para profundizar sobre estos temas.
Enfoques de aprendizaje significativo
De la mano con la alfabetización en inteligencia artificial, los educadores deben integrar en su sala de clases enfoques de aprendizaje significativo, algo, que como mencioné al inicio de este artículo, no es nada nuevo. La inteligencia artificial generativa ha puesto de manifiesto la fragilidad de las evaluaciones tradicionales. Por mucho tiempo, nos hemos concentrado en medir cuánta información retienen los estudiantes vs. qué pueden demostrar con el conocimiento adquirido. No quiero dejar la impresión de estar en contra de medir los niveles de memoria. La memoria es esencial para todos los aspectos del aprendizaje, desde la adquisición inicial de información hasta la aplicación práctica de conocimientos en situaciones nuevas. Mi intención es destacar que es momento de adoptar una mentalidad innovadora en el proceso de evaluación para garantizar que todos los estudiantes alcancen los objetivos de aprendizaje. Desde ya afirmo que no existen soluciones mágicas. Estamos conscientes de que el campo de la inteligencia artificial es sumamente complejo y acelera su evolución a un ritmo inesperado. Sin embargo, podemos comenzar con pequeños cambios que sean intencionales. ¡Por favor, no más evaluaciones que sean fáciles de copiar y pegar o reproducir! Los docentes deben concentrarse en mejorar la enseñanza y el aprendizaje, no en reforzar prácticas existentes y obsoletas. La evaluación alternativa y aquella que está basada en competencias son excelentes marcos que podemos observar. Como ejemplo sencillo, para una materia de español, se puede solicitar a los estudiantes de un nivel intermedio o superior que diseñen un proyecto multimedia en el que escriban e ilustren una historia corta y luego la presenten a un grupo de estudiantes de nivel primario.
Escala de evaluación para el uso de la inteligencia artificial generativa
¿Apoyar la inteligencia artificial generativa o resistirnos a su integración? Una propuesta muy interesante para responder esta pregunta puede ser la escala de evaluación para el uso de la inteligencia artificial desarrollada por el reconocido educador Leon Furze. Esta escala está diseñada para ayudar a los educadores a decidir cómo y por qué se puede o no utilizar la inteligencia artificial en una tarea, dependiendo cuáles sean los objetivos instruccionales.
La escala se compone de cinco puntos: desde el nivel 1, en el que no se permite el uso de la inteligencia artificial, hasta el nivel 5, en el que se puede utilizar completamente. Desde el punto de vista del autor, esta escala es flexible y reconoce que, si bien un modelo lineal es beneficioso por su simplicidad, también debe tener en cuenta la naturaleza diversa de las tareas académicas. Por ejemplo, una tarea designada en el nivel 3 permite el uso de herramientas de inteligencia artificial para la generación y estructuración de ideas, así como la edición del escrito. Una de las ventajas de esta escala es que se puede aplicar a otras tareas que no necesariamente involucren la escritura. En la próxima serie de este artículo entrevistaremos a Leon Furze para conocer más detalles sobre su interesante propuesta.
Una mentalidad innovadora
Para concluir, es imprescindible tener un enfoque innovador que nos permita adaptarnos a la época actual. Las evaluaciones son solo un ejemplo de los muchos aspectos en los que debe producirse un cambio rápido y significativo en la educación. Aunque la adopción de la inteligencia artificial generativa aún se encuentra en sus etapas iniciales y todavía no existe mucha literatura sobre sus implicaciones en las evaluaciones educativas, su impacto ya es notable. Para avanzar en esta dirección, los educadores y líderes educativos deben estar dispuestos a experimentar y aprender junto con sus estudiantes, siempre teniendo presente un uso responsable y ético de la inteligencia artificial. En lugar de centrarnos exclusivamente en problemas como las trampas o el plagio, debemos buscar establecer un marco de evaluaciones basadas en evidencia y competencias. Todos podemos comenzar a formar un camino que nos permita descubrir cómo redefinir la evaluación para el aprendizaje en la era de la inteligencia artificial. Si bien enfrentamos retos, también tenemos ante nosotros grandes oportunidades. La historia del desarrollo tecnológico siempre ha demostrado que los desafíos pueden convertirse en catalizadores de progreso.
Si te interesa continuar explorando el mundo de la inteligencia artificial y su potencial en la educación, te invito a que te unas al grupo Inteligencia Artificial y Educación. En este grupo se comparten recursos útiles y nuevas ideas.