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La última vez que dialogamos en este blog, escribí de la importancia de los temas que se trabajan en el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS) y la primera Conferencia de la UNESCO sobre Datos y Estadísticas de Educación que se llevó a cabo en febrero 2024 en Francia. Cerré estableciendo que en la escuela se aprende a ser aprendiz. Además, que el docente calificado es un aprendiz insaciable. 

Entendí que era importante explicar a mayor profundidad la importancia de que el docente sea un aprendiz insaciable. Decidí entablar un diálogo semi estructurado con una docente de español para poder evidenciar la importancia de querer aprender para el docente. Además, buscaba entender sus cambios en el paso del tiempo y ver si yo de lo aprendido de ella podía dar una aportación significativa entre el docente formado y calificado. Por último, interesaba arrojar luz a la importancia de los datos en la educación.

En una de las escuelas que servimos este año en Forward Learning, hay una docente que es un ejemplo de ser un aprendiz. El modo en que integra la importancia a los datos y su capacidad de ser una aprendiz voraz la ha llevado a ser una docente exitosa digna de emular. Demás está decir que le admiro por su entusiasmo ante los desafíos del aula. La Profa. Carmen María Santiago tiene más de 30 años de trayectoria en la enseñanza de español, principalmente en primaria (1ro-3ro). “Estuve 29 años en primero, porque después me movieron para segundo grado. Después para segundo y tercero, y ahora me regresaron nuevamente para primer grado.” Ella inició su enseñanza a los 21 años recién graduada de universidad.

Menciona a sus mentoras: Profa. Salomé Casanova y la Profa. Conchy Scott a quienes recuerda con mucho cariño. “Yo recuerdo como ahora ver el grupo de Salomé sentado a la pizarra. Que antes eran las pizarras verdes y ella todas las mañanas (énfasis propio) ponía una copia en la pizarra. Esos nenes tenían que copiar lo que veían en la pizarra en su libreta. Mientras ellos hacían eso, había un estudiante al lado de ella con el libro abierto, leyéndole una página y ella escuchando. Ahí fue que yo me impacté con eso y para mí la lectura es bien importante.”  

Durante sus años de experiencia ha vivido diferentes transformaciones en la enseñanza del español en la institución. En ese momento esta servidora le pregunta sobre cambios puntuales que ella pueda determinar fueron un punto de inflexión en el proceso de enseñanza y aprendizaje del español. La Profesora me identificó cuando se integró las enseñanzas de matemáticas, ciencias y de otras materias en inglés y no en español desde primer grado. “Es lo que puedo entender, que ahí fue”. Hasta ese entonces, la enseñanza del idioma inglés como idioma principal en el salón de clases de esa institución comenzaba en tercer grado. Aunque la clase de español estaba integrada con estudios sociales, el lenguaje y la lectura se reforzaba en las demás materias.  En ese entonces todos los sonidos fonéticos se comenzaban en primer grado, incluyendo los sonidos consonánticos. Con el cambio de la integración más directa del inglés los sonidos del español se dividieron entre primer a tercer grado.

Esto no es un asunto exclusivo de esta institución. Desde 1898 el idioma inglés está presente en las escuelas puertorriqueñas. En Puerto Rico ya sea por su relación sociopolítica con Estados Unidos y la demanda de los padres para que sus hijos salgan listos para integrarse a instituciones fuera del país, cuando se trata de educación privada, tienen una inclinación por el idioma inglés. Aunque el comisionado Martin G. Brumbaugh[¹] propuso conservar el español y fomentar la adquisición de inglés en 1900, la falta de educadores bilingües dificultó el proceso. Aún es así. Las adaptaciones a la enseñanza de ambos idiomas han persistido por todo el siglo XX. Puedo afirmar que la historia evidencia que en medio de la colonización de los pueblos con diferencias de lenguaje la adquisición del lenguaje colonizador puede caer en la postergación por los habitantes colonizados hasta 100 años después. Puerto Rico es un ejemplo de ello.

Así pues, en medio de la polémica si usted esté de acuerdo o no con mis afirmaciones, la Profesora Santiago ha vivido aprendiendo, desaprendiendo y reaprendiendo prácticas educativas, estrategias y adaptaciones a políticas que la han ayudado a seguir en su misión de vida en la enseñanza de español.  “Cuando yo estuve 29 años trabajando con primer grado, yo era la que daba todos los sonidos, hasta los grupos consonánticos. Luego de eso (el cambio de inglés desde primer grado) hicieron un cambio y pusieron 10 sonidos para Kindergarten, 13 sonidos para primer grado y 17 sonidos para segundo grado, incluyendo los 12 grupo consonánticos.”

Independiente de los cambios, sostuvo la práctica de escuchar a sus estudiantes leer en medio de todos los procesos.  La profesora Santiago daba turnos a sus estudiantes uno a uno para escucharlos leer durante toda la semana.  “Me tomaba tiempo del almuerzo y les decía: ve, almuerza y regresa un momento para escucharte”.  Así, a la profesora Santiago le tomaba 1 semana evaluar 18 estudiantes para escucharlos uno a uno. “Yo colocaba el cronómetro y escuchaba los estudiantes por un minuto y calculaba si cumplía con los estándares del Departamento de Educación para lectura”. Añade: (Antes) “me pasaba llorando la mayoría del tiempo porque yo veía y recibía los niños que no sabían las vocales, no sabían escribir su nombre. Aquí había muchos chinos, muchos japoneses, muchos árabes y yo, lograba que todos esos estudiantes salieran con todos los sonidos (y) con una letra bonita.”

Me enseñó el registro de progreso de sus estudiantes actuales desde primer a tercer grado y cómo ella repasa el progreso de un año a otro, incluyendo resultados de las pruebas estandarizadas. Así sabe a cuál darle refuerzos para que en tercer grado dominen todo lo necesario y reafirmar lo dudoso. La profesora Santiago estuvo mucho tiempo llevando esta práctica de manera manual hasta que en agosto de 2023 esta servidora le presentó la herramienta de Reading Progress de Microsoft. Un comentario casual, una conversación de pasillo y una reunión de 15 minutos condujo a que el Makers Lab introdujera a los estudiantes a hacer Reading Progress y el entregar tareas vía Teams con el grupo de mayor necesidad. Me tomó menos de 10 minutos enseñar a la maestra a usar la herramienta. Otros 10 para que ella pudiese ver los reportes por primera vez y aprendiese a interpretarlos. Su rostro lo dijo todo. 

Ahora que ya lleva varios meses con la herramienta con mucho entusiasmo me explica que “me vino a facilitar la vida porque no es lo mismo tener una semana completa para evaluar solo a 18 estudiantes.   Yo tengo dos grupos de tercero y dos grupos de primero. Versus asignar 1 lectura y dar una semana para que los estudiantes la lean en su hogar y yo me pongo los audífonos. Entonces, prácticamente como en media hora puedo escuchar (a) los 18.” Recordemos pues que la herramienta marca las palabras mal pronunciadas, las omisiones, repeticiones de texto y el docente puede adelantar o volver a escuchar un segmento de grabación solamente para corroborar lo registrado por Reading Progress. Además, la profesora Santiago usa la gamificación cuando integra un nuevo sonido. “Los juegos interactivos, se los pongo en el Teams de ellos”. Ella usa la temática de la semana para decidir qué juego les asigna para practicar en el hogar.  Cabe señalar que a la profesora Santiago no le agradaba trabajar con computadoras y cito: “yo veía como un cuco a la computadora”.

Un dato sorprendente es que la profesora Santiago ha podido levantar evidencia de manera empírica datos que respaldan ideas que tenía, pero no podía evidenciarlas. Le pregunté si pudo observar con Reading Progress de manera directa algo que ella sospechase, pero no tuviese evidencia sobre la enseñanza de la lectura.  Ella me respondió: “En el proceso a mano con el cronómetro yo los tenía al lado. Le decía el estudiante: “vamos entonces empezar nuevamente” si los veía nerviosos y fallaban en la fluidez. Entonces ahí volvía a empezar.  Con la plataforma, no. Porque en la plataforma yo los veo (a) ellos más tranquilos. Están en su casa. Están leyendo más pausadamente y entonces se nota más la tranquilidad al ellos leer. En años anteriores al lado mío… No sé si la tensión…  la emoción de saber que pueden equivocarse y puede afectar la fluidez les asustaba, pero con la plataforma me ha facilitado todo.” Entonces pregunté: “Ahora que los trabajos son más fluidos a través de la máquina. ¿Te da la oportunidad de asignar más tarea o quizás más prácticas durante las semanas o el número de prácticas sigue siendo el mismo, porque es el más razonable para el grado?” Me responde: “Exacto, las prácticas son iguales. Yo le doy una semanal. …. Esa tarea de Reading Progress es la que ellos únicamente hacen en la casa.” También descubrió que el Reading Progress no se aleja de su previa típica práctica docente. “Si repaso ahora a lo que hacía (antes) versus la plataforma, en fluidez de lectura, era lo (mismo) que yo hacía. Pero antes lo hacía en una pantalla, en un proyector opaco, escrito a mano las oraciones… las (listas de) palabras. Todo lo de la fluidez yo lo proyectaba. Ellos leían en voz alta.”

La profesora Santiago ha integrado a otros colegas al uso de la plataforma y se pone de acuerdo para asignar las tareas de lectura en inglés y español en semanas alternas para no abrumar a los niños.  Las lecturas se seleccionan según el nivel de lector, grado y los resultados.  Le pregunté sobre aquellos que no están haciendo las lecturas a través de la plataforma o que no someten esas tareas, ¿hay alguna estrategia que utilizas? “A los (padres) que me se comunican conmigo porque por situaciones o se le olvidó, yo le doy una semana adicional. Cuando el lunes no es día de fiesta, (la tarea) abre el lunes y cierra viernes.  El que no la pudo hacer yo se las reenvío. Y se le unirá con la otra tarea de la semana.  A los grupos X y Y[²] envío tareas todas las semanas, pero al otro grupo Z no. A veces la excusa es el internet, o que la tarea no abrió o que se quedó loading”[³].

Entonces me decidí a hacer la pregunta que nos trae a este artículo.  Le hice la pregunta acerca del cambio en el estilo de la docencia. Si entendía que el asunto ha sido el cambio en las universidades. Si las universidades han dejado de dar énfasis o han cambiado el enfoque de algunos contenidos y que el maestro no se prepara igual o si es más bien un cambio social generacional, porque el estilo de maestro que viene al aula se sabe que va a ser diferente. “¿Sientes el maestro nuevo muy equidistante de lo que tú aprendiste a hacer?” Luego de un momento de silencio la Profesora Santiago me responde: “Yo creo que las universidades que siguen están preparando estudiantes para hacer el maestro excelente. Pero yo pienso que esto (ser buen docente) es personal. … Porque cuando yo empecé aquí y el estudiante no me sabía leer, yo buscaba el otro camino. Tengo que ir buscando y ver de qué manera yo puedo lograr que este estudiante me haga dictado, me lea, yo buscaba diferentes estrategias. Para mí fue personal. Yo creo que cada maestra debe (buscar) si los estudiantes están fallando en esto, tengo que hacer algo. No puedo dejarlo ahí.  “¿Y cómo se enseña eso, Carmen?” – le pregunté – “si tú me fueras a decir: “mira, para ser maestro la persona debería ser…?” Con una sonrisa radiante me respondió: “Es que hay que amar. Hay que amarlo, hay que amarlo y hay que querer que ese estudiante progrese. Hay que dar mucho refuerzo positivo.” “¿Hay que valorar la niñez?” pregunté.  “Si” me respondió.

Así que más allá de la formación que se obtiene en la universidad para ser calificados, la heurística del docente existente es necesaria para poder convertir al docente calificado y moverlo a ser formado.  Hay que aprender a realizar relevo generacional de saberes. El ejemplo que otorga la mentoría, los modelos correctos de aplicación de estrategias, la necesidad de aprender y evolucionar con los tiempos, y el valorar el niño te hace ese docente formado. Los docentes formados deben amar la profesión.  Yo no sé si en un futuro cercano la inteligencia artificial logre medir el compromiso y el amor por la docencia para poder examinar si una persona puede o no puede ser docente.  Pero si hay unos indicadores observables: La búsqueda constante de auto mejoría y adaptación a los cambios en medio de los tiempos es uno de los principales. El docente formado recurre a su heurística, de pares o de su entorno para saber cómo conducirse en medio de los tiempos inciertos. Hace esfuerzos adicionales para lograr las metas.  Cuando se trata de lectura en primaria hace cambios constantes a las herramientas de lectura para asignar una apropiada al nivel de estudiante. Se preocupa por el mejoramiento de sus estudiantes al grado de aprender herramientas nuevas y las comunica a colegas para integrarlos a los cambios. Además, muestra preocupación por la necesidad de cada uno de sus estudiantes.  Me equivoqué. Mas que aprendiz insaciable, debo modificar la palabra. Es un aprendiz honesto, con interés del corazón.  


[¹] La enseñanza del inglés en Puerto Rico: Resistencia y adaptaciones – EnciclopediaPR

[²] Omitido por confidencialidad.

[³] Lo que se deduce son problemas de conectividad que van de la mano con acceso a internet de alta velocidad.

Valory Muñiz Oquendo

Valory Muñiz Oquendo se desempeña como Maestra Facilitadora en Tecnología en Forward Learning. Posee un Doctorado en Filosofía con especialidad en Docencia. Cuenta con más de 5 años de experiencia en la educación andragógica y pedagógica. Tallerista y conferenciante de tecnología. Posee certificaciones de Microsoft Certified Educator, Power Point, Excel, Apple Teacher con Swift e Instructor en Línea.

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