Se acerca el fin del semestre académico y con ello el proceso de evaluación docente. Estos últimos semestres, quizás hemos tenido que realizar las evaluaciones de manera virtual y esto puede traer consigo unas cuantas interrogantes. Por ejemplo, ¿en qué momento debo entrar a la clase sincrónica? ¿Cómo evalúo al docente si la clase es asincrónica? ¿Cómo puedo evaluar un curso en línea si nunca he enseñado en línea? ¿Cómo evalúo las interacciones de los estudiantes? En fin, son muchas las interrogantes, pero no podemos perder de perspectiva que el proceso de evaluación es uno esencial para la práctica educativa pues posibilita a los educadores tomar conciencia y reconocer tanto sus buenas prácticas y fortalezas, como las áreas de necesidad.
A tales efectos, les presento 4 tips para la evaluación docente en línea.
1. Utilice otras técnicas
En este momento histórico, no podemos movernos físicamente de salón en salón para evaluar al docente con la rúbrica. En esta ocasión, requiere que entremos a los salones virtuales, pero nos llegan las interrogantes planteadas al inicio. Quizá es momento de cambiar o reformular la técnica de evaluación. Una gran propuesta son los portafolios. Los maestros pueden crear portafolios digitales con elementos específicos como la planificación, tareas de los estudiantes, alguna clase grabada, entre otros. Al ser digitales, lo pueden compartir fácilmente a través de OneDrive, Google Drive, WeTransfer o cualquier otra herramienta seleccionada. Lo importante en este caso es que exista una comunicación clara de qué debe incluir el portafolio y cuán extenso debe ser.
2. Más que un proceso de evaluación, un proceso de reflexión.
En ocasiones, la palabra ‘evaluación’ nos puede incomodar y asustarnos pues la asociamos con lo negativo. Por lo tanto, pensemos en la evaluación como una reflexión cuyo propósito es apoyar y fortalecer el proceso de enseñanza aprendizaje. Esto permitirá que se desarrolle confianza entre el director (supervisor) y el educador, y este se sentirá cómodo en expresar sus fortalezas y áreas de necesidad.
3. Honestidad ante todo.
Esa confianza en expresarse requerirá además de honestidad. La honestidad debe venir de ambas partes. Director, déjele saber a su personal que esta actividad no es con la finalidad de señalar ni resaltar lo negativo, sino que consiste en observar y reflexionar en torno a lo que ya ocurrió para seguir hacia adelante mejorando la práctica educativa. Incluso, puede realizar el ejercicio, junto con los educadores, de editar la rúbrica de evaluación para determinar los criterios verdaderamente esenciales durante el aprendizaje en línea. Docente, así como es honesto al resaltar los logros que ha alcanzado, sea honesto en cuáles son sus áreas de necesidad para que así se le pueda brindar la ayuda necesaria.
4. Haga preguntas claves.
No se enfoque únicamente en los resultados medibles. No utilice pruebas estandarizadas para medir el éxito del docente. Aproveche esa confianza y honestidad para hacer preguntas claves a sus maestros a partir de las cuales usted pueda formular estrategias de desarrollo profesional para otorgarles la capacidad de respuesta ante las nuevas demandas. Por ejemplo, ¿qué te hace falta para adaptarte y crecer en este nuevo entorno?, ¿cómo crees que lo podemos solucionar?, entre otras.
Algunos encuentran que evaluar de manera virtual es un poco impersonal. No obstante, eso radica en cómo se lleve a cabo el proceso. Ya vimos que sí lo podemos lograr siempre y cuando miremos fuera de la caja y seamos flexibles en cómo lo hacemos.
Cuéntanos en los comentarios, ¿qué tips pudiera añadir para un proceso de evaluación docente en línea exitoso?
