Repentinamente, nos movemos del salón a la nube. Ahora que nos enfrentamos al reto de trabajar experiencias de aprendizaje a distancia en ambientes digitales, como educadores debemos tener claras nuestras prioridades, pero sobre todo cómo organizarnos.
Cuando trabajamos en escenarios virtuales para ofrecer contenidos y educar a distancia, es importante mantener una estructura básica. Buscamos que los estudiantes se sientan tranquilos y entiendan la lógica y la organización de los recursos que encontrará en cada una de sus clases. Aspiramos a que tengan una experiencia agradable y que no experimenten un cambio abrupto, más allá de la situación y la realidad que estamos enfrentando. Creo que todos estamos de acuerdo en que no podemos “replicar” un día de clases en sus hogares.
A continuación, algunas consideraciones al momento de planificar y ofrecer una experiencia educativa a distancia.
- ¡Mantenlo simple! Ajusta al nuevo escenario el contenido que tenías planificado trabajar con tus estudiantes en la sala de clases. Es decir, organiza qué material necesitas cubrir para el periodo de cierre de tu escuela o colegio (Ej. 1 ó 2 semanas). No añadas contenido en exceso. En ambientes digitales se recomienda trabajar con la mitad del contenido que se impartiría en un escenario presencial.
- Evalúa las herramientas que tienes disponibles y cómo te permitirán diseñar la estructura de una clase en línea. Un ambiente de clases virtual debe incluir al menos los siguientes elementos:
- Mensaje de bienvenida a la clase con una guía breve de cómo funciona la plataforma o herramienta de aprendizaje virtual
- Contenido (presentaciones, lecturas, texto, videos, etc.) organizado de manera secuencial y lógica. El contenido, además, debe incluir los objetivos de aprendizaje.
- Actividades prácticas, tareas o asignaciones
- Recursos adicionales para diferenciar el aprendizaje
- Evaluaciones
- Detalles de horas de “oficina virtual” para atender dudas
- Considera el acceso que tienen los estudiantes a la tecnología. En otras palabras, garantiza la igualdad de acceso digital. No todos los estudiantes contarán con los mismos equipos o cantidad de recursos tecnológicos en sus hogares por lo que es conveniente contemplarlo al momento de diseñar las actividades. Esto incluye, por supuesto, la conexión a Internet.
- Ten presente los acomodos razonables para aquellos estudiantes que así lo necesiten.Existen diferentes tecnologías o recursos que se pueden utilizar. Investiga qué recursos son apropiados para tus estudiantes, dependiendo de sus necesidades educativas. Microsoft, por ejemplo, en la mayoría de sus aplicaciones incorpora la herramienta de Lector Inmersivo. Esta herramienta ofrece un apoyo a estudiantes con dificultades en las áreas de lecto-escritura.
- Diseña actividades que no requieran demasiada ayuda de los padres y que los estudiantes puedan completar de forma más independiente.
Ten presente que los padres de los estudiantes, de igual forma, estarán trabajando desde sus hogares y quizá no puedan ayudar o aportar mucho en la entrega de tareas. Adicional, puede que tengan que compartir el uso de equipos como computadoras o tabletas.
- Trata de establecer un patrón y de ser consistente con el mismo. Por ejemplo, todas las semanas requerir una asignación y un foro de discusión. Es importante tener en cuenta que este patrón debe estar a la par con las instrucciones impartidas por la administración de tu institución educativa en cuanto a la cantidad de carga académica, programa diario para los estudiantes, entre otros aspectos.
- Al inicio de cada semana, envía un resumen de lo que estará ocurriendo durante los próximos días. Además de orientar a los estudiantes, permitirá que los padres puedan tener una idea clara de las actividades que se estarán llevando a cabo. Un punto de cotejo a mitad de semana también podría ser conveniente.
- Mantén una comunicación constante. Es crucial. Establece horas de “oficina virtual” para atender las necesidades de los estudiantes, ofrecerles retroalimentación y aclarar sus dudas.
- Motiva a tus estudiantes y fomenta un ambiente social que ayude a aminorar el sentido de aislamiento. Aprovecha las tecnologías que tienes a tu alcance para lograrlo. Por ejemplo, puedes solicitar a tus estudiantes que creen memes educativos en los que tengan que demostrar comprensión de algún tema de manera jocosa. Para esto, también es bueno continuar planificando actividades en equipo, realizar encuestas o trabajar en documentos de manera colaborativa.
- Interactúa con tus estudiantes y muestra tu “presencia” en línea. Esto les hará saber que estás atento y participando en sus discusiones. De ser posible, coordina sesiones sincrónicas que permitan mantener un contacto más cercano.
Finalmente, recuerda que enseñar en línea no es sinónimo de colocar una gran cantidad de contenido o texto para que los estudiantes consuman. Resulta imperativo hacer un cambio en nuestro mind-setpara ajustarnos al nuevo escenario. La sala de clases virtual también ofrece espacios para fomentar la participación del estudiante, su creatividad, pero, sobre todo, el poder de empoderarlo al permitir que tome decisiones importantes respecto a sus propias metas de aprendizaje.
Compartimos algunos enlaces adicionales que pueden apoyarte en el proceso de planificación.
Estas consideraciones son un breve tip del contenido de cursos, webinars y apoyo que ofrecemos a educadores. Si te interesa más información, puedes escribir a info@forwardlearning.com
