Desde el inicio, los makers lab o makers space han buscado que los estudiantes pasen por el proceso de entender, empatizar, idear, definir, probar y como resultado hacer un prototipo o publicación para la solución de algo. Así pues, desarrollan en los alumnos múltiples destrezas ya bien documentada en la literatura. Mas en el 2023, debo afirmar que entre todas sus virtudes los makers lab se han vuelto ideales para el fortalecimiento y desarrollo emocional que tanto piden los niños post pandemia. Las escuelas no deben perder esta oportunidad de crear makers lab cerca de sus bibliotecas o jardines para que el intercambio de ideas nazca en sus planteles. Los makers lab son espacios que desde su llegada invitan a la creatividad. Ya sea por su riqueza estructural o su amplitud o sus colores brillantes, estimulan a los grandes y chicos a florecer en ideas. Esas ideas para ser aceptadas, deben ser compartidas. Ahí radica la contribución de los makers lab al desarrollo emocional de los alumnos. Este se ve obligado a retrasar la recompensa por la necesidad de comunicarse con pares para llegar a acuerdos en el desarrollo de la idea.
Los niños se ven en la necesidad de retrasar lo que desean alcanzar porque se ven obligados al acuerdo. La comunicación verbal o escrita se ve necesaria. Es indispensable hacer el contacto, observar, tener retroalimentación y celebrar la acogida de la idea o manejar la frustración de manera sensata y objetiva. En el makers lab los niños aprenden a distinguir que su valor como humano va más allá de lo que pueda o no aportar. Eres una persona importante y por solo ser, tienes espacio y voz. Los tímidos adquieren valentía y los osados comienzan el proceso reflexivo. ¿Estos resultados se ven así en el aula de la nada? No. Es necesario que el docente contribuya activamente en señalar a los alumnos hasta dónde llega la defensa de la idea con pasión y dónde es el comienzo de la cortesía.
Si bien es cierto que hay ideas desarrolladas por alumnos más factibles que otra, como docentes: ¿Intervenimos para dar espacio a la idea más coherente o factible o a la idea defendida con pasión? ¿Damos espacio a la idea mejor expresada? Ahí está el arte de la intervención docente que en sí mismo debe ser autorregulado e influyente sin ser impositivo para poder dirigir a los estudiantes a encontrar su respuesta. Así, como en la vida misma, ayudarles a lograr entre todos la solución a grandes conflictos sin que el ego se detenga en el medio de las cosas. Los makers lab son espacios de juegos sociales. Un micro mundo de lo que es importante en la vida. Si bien es cierto que la maduración juega un factor importante para que tales destrezas se lleven a cabo, en medio del makers lab los docentes si podemos contribuir a alcanzar metas de comunicación. Estas metas de saberse comunicar y expresar ideas en orden, el docente debe mostrarlas como reales y alcanzables a cualquier edad. ¿Lo mejor? Facilitar la comunicación entre estudiantes no es oneroso y pueden hacer un gran cambio con el grupo de alumnos con el que se trabaje.
Considere las reglas claras
Los niños aman las reglas que les expliqué que o no se espera de ellos. Cuando el alumno hace la pregunta (con excepción de algún alumno dotado no identificado) no saben la respuesta. Así pues, hay que explicarle a su nivel. Créame, los alumnos llegan al makers y hay veces que se confunden entre un salón y una segunda área de juegos. Dejemos saber que sigue siendo salón de clases, mas es un salón donde es importante su voz y su participación.
Usa afirmaciones
Cuando los pequeños tienen poca regulación es importante ayudarles a respirar, a hacer afirmaciones positivas en el espacio y en grupo. Así el alumno entiende que todos necesitamos tener calma ante situaciones diferentes. Unas afirmaciones que hago con mis alumnos son: “yo puedo esperar”, “yo sé esperar”, “yo puedo respirar”, “yo soy importante”, “yo soy capaz”, ”yo me amo”. Así, con cada cosa que afirmen a coro en grupo, con las manos atrás y a viva voz (el tono de voz ayuda a soltar la pasión) son claves de éxito como colectivo y no individuales.
Considerar la aromaterapia
Debo decir que no es una idea personal. Tengo varios colegas de diversas áreas que me instruyeron para considerar la lavanda y olores frutales en el salón, incluyendo cuidar el uso de una colonia que induzca el efecto deseado. Hay olores que estimulan o invitan a la calma. Depende de la etapa de desarrollo del proyecto, cambio los olores en el salón.
Salud mental con noches de descanso y mindfulness
Un docente muy agotado que solo se centra en si mismo o su dolor puede herir, aunque no sea su intención. Hay que reconocer y validar que, si bien es cierto que ningún docente entra a la profesión para herir niños, si está desenfocado, es lo que puede hacer. Así pues, llegar antes a clases, oler lavanda y cerrar los ojos 5 minutos (o 10 si te quedas dormido) es poderoso en el estado de ánimo y la empatía individual y de otros. Si el docente está en pleno agotamiento y un niño llega frustrado y grita, queda lacerado el docente y el alumno no recibe la empatía necesaria. Recuerda que no es cosa de un mal día y que el docente diga algo desatinado. Somos humanos. Lo importante es que, si se convierte en un patrón, hay que hacer un autoexamen de vida, metas y conciencia.
Enseñar comunicación efectiva con validación
Hay que validar la voz del alumno para que se atreva y aprenda a contribuir información valiosa. Si el alumno decide contar una anécdota no relacionada, hay que dejarle saber de una manera respetuosa que eso no contribuye a la charla. Por ejemplo: Alumno: “Ayer mi vecino se cayó y lo ayudé a levantarse.” Docente: “Disculpa, estoy confundida. Gracias por compartir, pero ¿cómo eso nos ayuda en entender la propuesta de (Nombre del otro alumno)”? Alumno: “Es que lo quería contar”. Docente: “Podemos hablar de eso más adelante, vamos a seguir con el tema de la idea de…”. Es importante dejar saber que una idea fuera de lugar u orden confunde a tu receptor. Así, aprende a regular su impulso. Se debe enfatizar que el tono debe ser amable, sin juicio y sin invalidar su comentario. Es regular, no menospreciar.
Debo hacer énfasis que, si bien existen muchas otras alternativas, estas son las que la autora considera muy efectivas en el makers lab y han dado resultados reales. Si usted que me lee desea ampliar y validar la idea de una manera estadísticamente significativa, lo ideal es hacer un cuestionario a docentes y unas observaciones de clase. El análisis estadístico puede ser un método multinivel y multivariable. Debe considerar que, si va a medir correlación, las variables sean independientes para ver cómo se conducen. Hay que seguir ampliando las líneas de investigaciones en cuanto a los efectos de la enseñanza en makers lab y sus contribuciones en conjunto a otros modelos educativos concurrentes y el validar la estrategia aquí presentada para comenzar a afianzar el nuevo modelo de enseñanza colectiva funcional donde se integre la cognición con el constructivismo y desarrolle nuevas maneras de ser y ser capaces de describir como debemos educar.
Reflexionemos y sigamos la pista a la contribución de los makers lab al desarrollo emocional de los alumnos. Retrasar la recompensa por la necesidad de comunicarse con pares para llegar a acuerdos en el desarrollo de la idea ayudará a mejorar la calidad de vida de nuestros alumnos y la calidad de enseñanza en el aula. ¡Atrévete a introducir el makers lab en tu sala de clases, aunque no haya espacios en otra parte! Al final no es lo que aprenden, sino con la emoción con que lo hagan. Pues como bien dijo Francisco Mora, “Solo se aprende, lo que se ama”.
Más artículos sobre Makers Lab y su implementación aquí: Parte 1, Parte 2, Parte 3.
